Más de 250 especies de plantas y unas 500 especies de animales están en peligro de extinción en la Argentina.
El dato no es menor si se piensa que la conservación de la biodiversidad y los procesos ecológicos, que pueden sustentar variadas formas de desarrollo regional, son claves para asegurar el bienestar actual y futuro.
Los problemas que afectan la conservación de la extraordinaria diversidad de ambientes y recursos naturales en la Argentina son múltiples y complejos. Su tratamiento ya no es sólo una preocupación de ambientalistas ni responde al interés exclusivo de las organizaciones no gubernamentales, sino que se relaciona, directamente, con el crecimiento y el desarrollo del país con criterios sustentables(Carmen María Ramos, 2001).
La Carta Mundial de la Naturaleza (ONU, 1982) precisa en su Preámbulo que toda forma de vida es única y merece ser respetada, sea cual fuere su utilidad para el hombre.
Existe un creciente reconocimiento de la diversidad biológica como un bien global de vital importancia y valor para las generaciones presentes y futuras. Sin embargo, los factores de amenaza antrópicos tanto a las especies como a sus ecosistemas nunca habían sido tan impactantes como en la actualidad. Este hecho tiene grandes implicaciones para el desarrollo económico y social, motivo por el cual deben tomarse medidas urgentes en todas las partes del mundo con miras a salvaguardar el patrimonio biológico mundial. (Wyse Jackson y Sutherland, 2000).
En los campos naturales y cultivados de nuestro país, se registran pérdidas de poblaciones y/o especies debido a manejos deficientes. Un claro ejemplo de lo antes expuesto se ha venido evidenciando en las últimas décadas: la superficie cubierta por pastizales en la región ha ido disminuyendo a razón de un 1% anual, aunque en algunas localidades el reemplazo de pastizales para otros usos –tierras agrícolas o forestaciones– ha sido en algunos años mayor al 10% anual. Sólo un pequeño porcentaje del área original presenta pastizales naturales en buen estado de conservación, y en muchos casos están fragmentados y esparcidos en pequeños parches (Bilenca y Miñarro, 2004).
El proyecto “Caracterización, evaluación y multiplicación de Mnesithea selloana (Hack.) de Koning & Sosef (cola de lagarto, Teyú ruguay)”, entre sus múltiples objetivos, intenta revalorizar la importancia de las especies nativas en su entorno y favorecer de esta manera su conservación y aprovechamiento en forma racional y sustentable.